domingo, 2 de junio de 2013

El Hombre Elefante Torpe en sus movimientos, pero muy inteligente y sensible

Joseph Carey Merrick, de Inglaterra, y Huang Chuncai, de China, son dos hombres que nacieron con 115 años de diferencia, pero con algo en común, una enfermedad que les fue deformando sus cuerpos hasta convertirlos en "hombres elefante".

Merrick (1862-1890) y Chuncai (1977) adquirieron fama debido a sus malformaciones y, en el caso del primero, fue objeto de estudios por parte de médicos de la época.

Merrick se hizo famoso debido a las terribles malformaciones que padeció desde el año y medio de edad. A pesar de su enfermedad, sobresalió por su carácter dulce y educado, así como por una inteligencia superior a la media.

Aunque todavía no se sabe con absoluta certeza, se cree que Merrick pudo haber padecido una grave variación del síndrome de Proteo, una enfermedad congénita que causa un crecimiento excesivo de la piel y un desarrollo anormal de los huesos, normalmente acompañados de tumores en el cuerpo.

Una vida azarosa

Merrick empezó a presentar los primeros síntomas de su enfermedad a los 18 meses. A partir de los 4 o 5 años de edad, en su cuerpo empezaron a formarse bultos y los huesos de sus extremidades y su cráneo se desarrollaron de forma anormal.

Según su propio testimonio, de niño nunca pudo jugar con sus compañeros de colegio puesto que sus piernas y su cadera deformadas se lo impedían. A partir de entonces, el coraje y la valentía para sobreponerse a su enfermedad serían las constantes que definirían su vida. Su madre, Mary Jane, se empeñó en que asistiera a la escuela.

Como las deformaciones de Merrick empezaban a ser muy visibles, muchas personas se agrupaban en la calle para observarlo, hecho que hizo que su madre lo llevara y trajera personalmente del colegio. De mayor, siempre la recordó como una madre muy cariñosa y entregada a sus hijos.

Tuvo dos hermanos menores que él: William, nacido en 1866 y que falleció de escarlatina en 1870, y Marion Eliza, nacida en 1867 y muerta en 1891. Sus hermanos menores eran sanos y no presentaron ninguna deformación.

En pleno desarrollo de la adolescencia, las dolencias de Merrick empeoraban y su aspecto era impactante. Su imagen causaba sorpresa y, evidentemente, su labor como vendedor, fue un fracaso total.

Su mandíbula ya estaba deformada y un gran tumor le iba creciendo justo encima de la boca haciendo que su manera de hablar fuera casi ininteligible. Al final de su vida Merrick describiría cómo en ese nuevo periplo por las calles de Leicester, niños y mayores se apiñaban a su alrededor gritándole e insultándolo.

Merrick llegó a describirse a sí mismo de la siguiente manera:

“Mi cráneo tiene una circunferencia de 91,44 cm, con una gran protuberancia carnosa en la parte posterior del tamaño de una taza de desayuno. La otra parte es, por describirla de alguna manera, una colección de colinas y valles, como si la hubiesen amasado, mientras que mi rostro es una visión que ninguna persona podría imaginar.

La mano derecha tiene casi el tamaño y la forma de la pata delantera de un elefante, midiendo más de 30 cm de circunferencia en la muñeca y 12 en uno de los dedos. El otro brazo con su mano no son más grandes que los de una niña de diez años de edad, aunque bien proporcionados. Mis piernas y pies, al igual que mi cuerpo, están cubiertos por una piel gruesa y con aspecto de masilla, muy parecida a la de un elefante y casi del mismo color. De hecho, nadie que no me haya visto creería que una cosa así pueda existir”.

A finales de 1884, el médico Frederick Treves vio a Joseph por primera vez debido a una recomendación de unos estudiantes de medicina que conocían su interés por todo lo relacionado con las enfermedades deformantes.

Treves quedó fuertemente impactado con el aspecto de Joseph Merrick.

FALLECIMIENTO

En la mañana del 11 de abril de 1890, a los 27 años de edad, en la etapa más feliz de su vida, Joseph Carey Merrick fue encontrado muerto en su cama. Treves, tras un examen, concluyó que murió de asfixia al quedarse dormido.

La cabeza de Merrick era enorme y sólo con esfuerzo conseguía mantenerla erguida. Su desmesurado peso y tamaño impedían que Merrick pudiese dormir tumbado, obligándolo siempre a que lo hiciese sentado y en una posición especial; de otra forma las deformidades le comprimían la tráquea y le dificultaban gravemente la respiración. Sin embargo, tras análisis más detallados de su esqueleto, más que por asfixia, se consideró como la causa más probable de su muerte que repentinamente su cabeza se inclinara debido a su desproporcionado peso y se lesionara la nuca.

CHINA

Conocido como "El hombre elefante de China", a Huang Chuncai un tumor le deformó su rostro, detuvo su crecimiento y el desarrollo de sus huesos, torció su espina dorsal y le provocó problemas respiratorios.

Sus padres notaron los primeros síntomas cuando tenía cuatro años, lo llevaron al hospital y le diagnosticaron la enfermedad a la vez que recomendaron evitar la extirpación ya que ponía en riesgo su vida
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